jueves, 2 de septiembre de 2010

DOS POEMAS


Cortejo

Cuando mi columna
No aguante su propio peso
Por tanto recuerdo acumulado
Mis poemas serán el cortejo
Que nunca olvide
Pese a no estar
Jamás entre los vivos.



Corazón en trizas

Nada que haga perder la calma.
Ningún cuchicheo inoportuno.
Lento
Suave como un siseo
Imperceptible.
Un tambor callado es esta noche
Que la lluvia embotella
Bajo los aleros de tu cuerpo.
Ninguna pausa de portón abierto
Ni sombra
Ni luz tristeando tus orillas
Nada.
Hay en este silencio
El grito inequívoco
De un corazón en trizas.

2 comentarios:

  1. Hace falta corazón, ola encabritada,
    para soltar llanto risa encadenada.
    Oda al que siente el clamor de la vida,
    escribe, canta, ora.
    Goza de mi más honesta envidia
    pues mi alma está desierta
    o tal vez dormida.

    Gracias, Samuel, por compartir tus versos.
    Médium.

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  2. Gracias por el comentario. Estamos para servirte, medium.

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